Sí, han leído bien, otro atentado, pero en esta ocasión afortunadamente no ha producido víctimas mortales inocentes. Se trata de un atentado ecológico hacia nuestro planeta. Mientras la gran mayoría de personas racionales se unen para preservar la Tierra, existen algunos que les importa un bledo lo que pase en el futuro. Total, ya estará muerto cuando no haya vuelta atrás a la situación y eso es lo que deberá pensar. Toda una práctica de egoísmo y soberbia.
Por si todavía no sabéis de quién estoy hablando solo hay que leer las noticias en todos los medios de ayer Viernes 2 de Junio: El «señor» Trump se desmarca de la lucha contra el cambio climático que se firmó el pasado 22 de Abril de 2016 en París (toda la información la podéis ver en nuestro blog)
No es un atentado con consecuencias inmediatas sobre la vida humana pero si es una «puñalada» que deja una herida sangrante que puede ir apagando nuestra existencia.
La Tierra seguirá ahí millones de años pues la naturaleza evoluciona, nosotros somos los que no evolucionamos y por tanto condenados a desaparecer, algo que el planeta azul puede soportar. No somos imprescindibles para él.
La mejor imagen para interpretar esta decisión es la que se adjunta: Futuro negro.
Busquemos en el fondo de la caja de Pandora que es lo que nos queda.